Sobre el salario mínimo

«Quien olvida su historia está condenado a repetirla».

Jorge Agustín Nicolás Ruiz de Santayana

 

En estos días se ha tocado el tema del salario mínimo: que si es justo, que si hay que aumentarlo por decreto, que si debe desaparecer la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI), etc. El salario mínimo deberá “ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos.” ¿Esto se da actualmente con el constante incremento de precios? La respuesta es que este salario no alcanza para esta “vida digna”. Lo cierto es que tiene varias repercusiones en la economía, veamos:

 

Genera inflación.- esta consecuencia es lógica ya que al ser un aumento por decreto, los dueños de las empresas tendrían que absorber ese aumento y esto elevaría sus costos repercutiendo en el precio de los productos que a su vez el sector trabajador produce. Esto generaría un efecto en cascada inflacionaria al incrementarse los costos y quien lo absorbería sería el trabajador, ya que el empresario no pierde o no le gusta que se le disminuya su utilidad al incrementarse sus costos como es la nómina. El impacto inmediato: se incrementará el valor en los precios de bienes y servicios.

Impacto fiscal.- actualmente se busca nivelar los salarios bajos en materia fiscal dándole un apoyo fiscal llamado “Subsidio al Empleo” en la que el patrón entera una diferencia en dinero para ayudar a estos trabajadores de salarios bajo y ese subsidio lo acredita el patrón contra los impuestos que debe generar. Por lo que el empresario es un intermediario entre el fisco y el trabajador. Si el gobierno deseará incrementar los salarios sería por esta manera pero obviamente que el fisco perdería grandes cantidades de impuesto sobre la renta.

Incremento en multas.- la multas y sanciones se encuentran estipuladas en salarios mínimos, debido a que así no hay que actualizar año con año los importes de las multas; siendo que más de cien leyes y reglamentos se tendrán que modificar si se incrementa el salario mínimo por lo que habría que desvincularlo y volverlo en importe (pesos) y que se actualizará en base a la inflación anual.

Genera desempleo.-  la mano de obra (sueldos y salarios) es el mayor gasto que tiene una empresa, representando más del 40% debido a que se eleva por la gran carga laboral y fiscal: hay que pagar impuesto sobre la renta (ISR) seguro social (imss) Infonavit, 2% a la nómina, no es acreditable contra el Impuesto al Valor Agregado (solo con este impuesto se eleva el 16% ya que el IVA no se acredita o disminuye contra el valor de la nómina, perdiendo ya el empresario en su margen de utilidad) más lo que se acumule. Al incrementar el salario mínimo de inmediato los demás salarios que no lo son solicitarán un incremento, ya que habrá casos que el trabajador con el nuevo salario mínimo “revaluado” ahora resulta que ganará más de uno que no lo es; por lo que es lógico que todos solicitarán aumento y el empresario al no poderlo dar hará lo más sencillo y rápido: efectuar recortes de personal generando desempleo.

La economía mexicana actualmente no está en condiciones de dar este aumento al salario mínimo “por decreto” ya que la economía no se regula por leyes, sino por la oferta y la demanda. Se podría realizar si el gobierno federal este aumento se disminuyera de los impuestos que pagan las empresas; tal como sucede con el otorgamiento del Subsidio al empleo. Lo cierto es que estas medidas generan incertidumbre a nivel internacional debido a que es conocido por los inversionistas extranjeros que en México las reglas cambian a cada momento y no tiene una certidumbre de inversión a largo plazo debido a estos constantes cambios; quien sabe con qué ocurrencia salgan que afecte sus inversiones.

Lo cierto es que el salario mínimo de $63.77 en el área geográfica “B” y de $67.29 en el área geográfica “A” no alcanza para una vida digna, tal como se establece en la constitución; por eso si es necesario evaluar por ejemplo: desaparecer la CONASAMI ya que se ha visto rebasada, unificar el salario mínimo a nivel nacional (antes eran 3 zonas actualmente son 2) e incrementar gradualmente dependiendo la productividad económica de determinados sectores para nivelar estos; obviamente se necesitarían apoyos fiscales por parte del gobierno para lograrlo. Solo que esto último significaría una disminución inmediata en los ingresos del gobierno. Esto ya sucedió en México hace más de 25 años y lo que sucedió fue una inflación alta, hay que recordar la historia. Por lo que si se incrementa el salario mínimo se incrementa los mismos productos que consumen y puede ser que ahora hasta compren “menos” con el aumento que con lo que tenían antes. Si hay baja capacidad salarial, hay baja capacidad de adquisición siendo igual a menos economía en el país.

El salario en México es de los más bajos en América Latina, eso genera pobreza en todos los sentidos; por lo que es necesario combatirla. Según la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL) menciona: «La relación entre el salario mínimo y el valor de la línea de pobreza per cápita demuestra la capacidad de compra del salario mínimo. México es el único país al final de la década (2002-2011) donde el valor del salario mínimo es inferior al umbral de pobreza per cápita», esto es urgente en una economía que hay que revitalizarla. El camino a tomar debe ser hacia la formalidad y esto detonará seguridad social, vivienda, impuestos, etc. Ahí se tiene la respuesta, pero, si el 60% de la población económicamente activa está en la informalidad, muy difícilmente se dará esto. Otro dato duro: el poder adquisitivo de los mexicanos es dos veces menor que el salario que se pagaba en los ochentas, esto es, se consume menos con lo que se gana actualmente.

Pregunta: ¿Quién genera el empleo? ¿El gobierno o los empresarios? Si desean más empleos y mejores prestaciones, hay que incentivar al sector empresarial; así de sencillo. Esto no sucede porque se le ahorco con la reforma fiscal, hay que revaluar tales medidas fiscales. Si la política es contratar y engrosar el aparato burocrático, tarde o temprano se caerá en una nueva crisis mexicana. Ya a la mayoría de los mexicanos se nos olvidó o no vivieron la época de las grandes devaluaciones y los errores económicos que pasamos en las décadas de los ochentas y noventas. Ya nos pasó no una vez, sino varias….dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra; y creo que con esto se acierta en materia económica.

¿A quién no le gustaría que le incrementaran su sueldo?

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